La diabetes tipo 2 es una enfermedad metabólica crónica que se desarrolla como resultado de trastornos en la gestión del azúcar en el cuerpo.
Se caracteriza por niveles elevados de glucosa en sangre, que son el resultado de una secreción insuficiente de insulina por parte del páncreas o del funcionamiento inadecuado de esta insulina en las células del cuerpo. La diabetes tipo 2 afecta principalmente a adultos, aunque cada vez se diagnostica más en personas más jóvenes, lo que se asocia al creciente número de casos de obesidad y a un estilo de vida poco saludable. Uno de los principales factores de riesgo para desarrollar diabetes tipo 2 es el sobrepeso, especialmente la obesidad abdominal. Otros factores incluyen la falta de actividad física, una dieta poco saludable y rica en alimentos procesados, el estrés y la predisposición genética. Las personas con diabetes tipo 2 a menudo no se dan cuenta de que tienen la enfermedad durante mucho tiempo, porque los síntomas pueden ser leves o imperceptibles.
Los síntomas más comunes incluyen: aumento de la sed, micción frecuente, fatiga, pérdida de peso y problemas con la cicatrización de heridas. El tratamiento para la diabetes tipo 2 implica cambiar su estilo de vida, lo que incluye introducir una dieta saludable, actividad física regular y controlar su peso corporal. La dieta debe ser equilibrada y rica en alimentos de bajo índice glucémico, como verduras, cereales integrales y grasas saludables.
También es importante evitar los azúcares simples y los alimentos procesados. En casos avanzados, son necesarios medicamentos orales para ayudar a controlar los niveles de glucosa en sangre y, en ocasiones, la insulina. Las pruebas periódicas, el control de los niveles de azúcar en sangre y la colaboración con un médico son clave para controlar eficazmente la enfermedad y prevenir complicaciones como enfermedades cardíacas, daños renales o problemas de visión. La diabetes tipo 2 es una enfermedad grave, pero con hábitos saludables y un tratamiento adecuado se puede vivir con ella de forma eficaz y reducir el riesgo de complicaciones.