El estrés oxidativo es un estado de desequilibrio entre la producción de radicales libres y la capacidad del cuerpo para neutralizarlos.
Los radicales libres son moléculas reactivas producidas en procesos metabólicos que, en exceso, pueden dañar las células, las proteínas, los lípidos y el ADN, provocando el desarrollo de muchas enfermedades, como la aterosclerosis, la diabetes, las enfermedades neurodegenerativas (por ejemplo, el Alzheimer) y el cáncer. El estrés oxidativo acelera el proceso de envejecimiento y puede debilitar las funciones del sistema inmunológico. El organismo se defiende de los efectos nocivos de los radicales libres con antioxidantes, que neutralizan su exceso. Los antioxidantes naturales incluyen las vitaminas C y E, minerales como el selenio y el zinc, así como sustancias de origen vegetal, incluida la cúrcuma.
La cúrcuma, o más precisamente su ingrediente activo curcumina, tiene fuertes propiedades antioxidantes que ayudan a reducir el estrés oxidativo. La curcumina protege las células del daño, apoya la salud del corazón, el cerebro y el sistema inmunológico. El consumo regular de alimentos ricos en antioxidantes, como frutas, verduras y especias (como la cúrcuma), ayuda al cuerpo a mantener el equilibrio oxidativo y a proteger contra los efectos nocivos de los radicales libres.