La terapia con antibióticos es un método para tratar infecciones bacterianas con antibióticos, que son medicamentos que inhiben o eliminan el crecimiento de bacterias.
Es una forma de terapia comúnmente utilizada para enfermedades como neumonía, dolor de garganta, infecciones del tracto urinario y enfermedad de Lyme. Los antibióticos sólo son eficaces contra las bacterias, por lo que no deben utilizarse para tratar infecciones virales como el resfriado o la gripe. El uso adecuado de la terapia con antibióticos es crucial para evitar el desarrollo de resistencia a los antibióticos en las bacterias, que es una amenaza para la salud mundial. La resistencia a los antibióticos ocurre cuando las bacterias se adaptan y se vuelven resistentes a los medicamentos, lo que dificulta el tratamiento de infecciones y puede provocar complicaciones de salud más graves.
Para prevenir esto, tome siempre los antibióticos recetados por su médico, no suspenda el tratamiento prematuramente y no use antibióticos innecesariamente. Durante la terapia con antibióticos también es importante apoyar la microflora intestinal mediante el uso de probióticos, que ayudan a reducir efectos secundarios como la diarrea o el debilitamiento del sistema inmunológico.