Los suplementos de curcumina se consideran generalmente seguros y ningún estudio ha confirmado efectos secundarios en dosis adecuadas. Se supone que el consumo regular de aproximadamente 1 gramo de curcumina al día no causa ningún efecto secundario. Sin embargo, algunas personas pueden experimentar algunas molestias, lo que puede ser una evidencia del fuerte efecto inmunoestimulante de la curcumina. Estas molestias temporales pueden denominarse efectos secundarios.
Al utilizar la terapia natural con curcumina, vale la pena seguir los procedimientos recomendados en los métodos tradicionales de tratamiento. Según el conocimiento de la medicina india y china, la curcumina tiene beneficios que se revelan durante la suplementación sistemática y a largo plazo. Por lo tanto, una persona que experimente alguna molestia o recurrencia de antiguas dolencias debe reducir temporalmente la dosis de curcumina que toma y luego, cuando estos síntomas hayan remitido, volver a la cantidad recomendada.
Durante la suplementación con curcumina, pueden aparecer molestias en las zonas más débiles del cuerpo. Algunas personas experimentan problemas digestivos leves. Esto puede incluir dolor leve, diarrea o estreñimiento. Otras pueden experimentar dolores de cabeza o náuseas. También pueden experimentar erupciones cutáneas o picores en determinadas zonas del cuerpo.
Actualmente no existen estudios científicos que respalden la existencia de efectos secundarios de la curcumina. Tampoco existen estudios que respalden los efectos beneficiosos de la curcumina y que proporcionen dosis específicas para afecciones específicas.